Como un bebé...

Tal como lo indica mi nick, pese a mis 26 (ya casi 27) añitos en muchas cosas sigo siendo como una nena...
Esto genera grandes debates entre gente que piensa que es tierno y otra, más concienzuda, que cree que soy simplemente una tarada.

El hambre y el sueño son en mí, motivo de los más exéntricos berrinches, malhumores, lloriqueos y ataques de histeria. Cual un infante no puedo refrenar mi odio ante algunas necesidades básicas insatisfechas y ese odio se despliega hacia todo ser animado y/o inanimado a mi alrededor.
Otra cosa que me frustra muchísimo, con reacciones similares a las relatadas anteriormente es ir a comprarme algo muy ilusionada y no conseguirlo. Cabe aclarar que mi no-pudiencia económica hace que yo no salga todos los días de compras, y a veces me pasa que ansío mucho mucho mucho algo, al punto de que cualquier hecho que impida el momento de algarabía supremo que implica la obtención de dicho bien, puede suscitar un torbellino de insultos, odio, llantos y pataleos.

Por supuesto que no todo es tan negativo y mis razgos infantiles también se ven en mi incapacidad casi absoluta de comprarle un regalo a alguien y no adelantarle que "tengo una sorporesa", o mi alegría infinita ante cualquier sorpresa hacia mí; ante el acercamiento a algún animal que nunca antes tuve cerca; ante un chocolate o helado; o simplemente al entregarme por completo a jugar a hacer caras, decir palabras capicúas o de sílabas iguales, a ver quién aguanta más sin reírse, a sostenener un personaje o a lo que se me/nos ocurra en el momento.

Y la verdad, verdad verdadera: espero no cambiar nunca.
:D